Lo hizo quedar pésimo: Mirko perdió el control y avergonzó a Marley en medio de este ritual

El conductor no sale de su asombro.
sábado, 10 de abril de 2021 · 11:55

A lo largo de toda la cuarentena pudimos ser testigos de los incansables intentos de Marley por mantener motivado y activo a Mirko en medio del aislamiento. Con una amplia gama de actividades, el reconocido animador se consagró en su flamante faceta de la paternidad. En varias ocasiones, padre e hijo incursionaron en la práctica del yoga y, en su último posteo, Mirko decidió sacar a relucir todo lo aprendido acerca de esta técnica.

Federico Hoffmann, histórico productor de Marley y gran amigo personal del conductor, visitó la casa de Mirko y allí decidió someterse a una sesión de yoga con el famoso gurrumín. Luego de realizar cada una de las indicaciones del niño, la clase parecía haber terminado pacíficamente. Sin embargo, tras el episodio de tranquilidad, Mirko se descontroló y comenzó a pisotear a su disciplinado alumno.

“No, no, así no se hace” gritaba entre risas Hoffmann, mientras el ahijado de Susana no paraba de realizar su eufórica travesura. “¡Pero no, mostrale tu clase de yoga! ¡Así no es!”, exclamaba Marley sin dejar de registrar la escena con su teléfono.

En apenas algunas horas, el desopilante exabrupto de Mirko conquistó más de 130 mil reproducciones y cientos de mensajes, en los que los internautas alabaron la infinita paciencia del flamante tío.

 

Ingresó en la peor etapa

Además del inesperado episodio en medio de su clase de yoga, Mirko parece haber ingresado en una etapa bastante complicada. Recientemente, Marley realizó algunos descargos a través de sus plataformas digitales, en los que dejó de manifiesto lo que acontece en el interior de su hogar.

Por un lado, el niño no está nada interesado en dormir en su cuarto y, cada noche, Marley se enfrenta a la odisea de negociar la posibilidad de dormir separados. Además, tras el regreso a sus clases presenciales, el único hijo de la estrella de Telefe no está dispuesto a abandonar a su papá y los escándalos se convirtieron en un clásico en la puerta del jardín de infantes.

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