Impresionante: la misteriosa mansión de Susana Giménez en Barrio Parque

Los periodistas que pudieron conocer el lugar por dentro no salieron de su asombro.
miércoles, 12 de mayo de 2021 · 05:30

Susana Giménez vive hace más de 30 años en Barrio Parque, en una mansión recubierta por un manto de misterio debido a la reticencia de la diva a dejar que se saquen fotografías en ciertos espacios de la enorme propiedad. Es que tras comprar la casa de la esquina dentro de una parcela de 403 metros, luego logró unificar la propiedad aledaña y consolidó un enorme predio de 900 metros que llegan a ser 1078 si le sumamos el subsuelo. 

Solamente durante una entrevista con canal "á" Susana dejó que mostraran parte del interior de su casona de Barrio Parque. Se trata de uno de sus inmuebles más queridos, ya que cuando lo compró le ofrecían otros predios en Nordelta de mayor tamaño, pero ella no quiso alejarse de Capital Federal. Para resguardarse, Susana agregó paneles y rejas negras, más un sistema de cámaras de seguridad de primer nivel. 

Según el portal Susana Show, a fines del 2012 la propiedad de la diva de los teléfonos tenía un valor de seis millones de dólares. Muebles Luis XV, arañas de oro de Venecia y obras de arte hacen al lujo del que dieron cuenta varios famosos y periodistas que pudieron visitar a la conductora en alguna ocasión. 



Un gran pasillo enorme da paso a columnas de mármol carrara, pisos color crema y obras de arte que abren paso hacia el living, repleto de muebles Luis XV y un estilo aristocrático francés. Es ese lugar el único donde Susana permite que le hagan entrevistas, ya sean televisivas o gráficas. El especial de canal "á" antes mencionado permitió ver de fondo un enorme piano negro, una mesa de pool y gran lienzo que sería de principios del Siglo XX. También se observaron mesas de distinto tipo: de centro, ratonas y de té, mientras los sillones alrededor mantienen los colores claros sobre una enorme alfombra. 

Junto al living antes descrito, Susana Giménez posee una sala de estar menos lujosa desde donde supo agradecer un Martín Fierro. Conocidos de la diva remarcan que no quiere alardear del lujo que posee y su histórico temor a la inseguridad la hacen ser muy reticente a la hora de abrir las puertas de su casa.

Otra parte de la propiedad muy especial para "la Su" es su despacho, con un enorme escritorio de madera delante de una enorme pintura de ella. Allí también guarda sus premios, como los Martín Fierro; tiene su computadora y conforma otro living más, dedicado a lo laboral. De hecho, desde allí agradeció a sus fanáticos cuando se cumplió el primer aniversario de su revista. 

El jardín de estilo francés merece una mención especial. Con su llegada a las redes sociales, Susana se permitió mostrar cómo renacen sus innumerables plantas cada primavera dejando al descubierto los bancos y estatuas que rodean a la vegetación. En alguna que otra oportunidad, prefiere realizar sesiones fotográficas en los exteriores de su casa. 

Entre otras particularidades, la casa de Susana Giménez en Barrio Parque tiene una pileta interior climatizada y un mini cine en el segundo piso, con butacas y todo. Ricardo Darín supo confesar que la diva ve películas de estreno desde la intimidad de su casa, mientras que otros famosos también confirmaron que tiene su propia máquina para hacer pochoclos. El espacio se convierte en teatro, como relató Verónica Castro al recordar cuando su amiga contrató una compañía de teatro para que representara la obra en su casa. 

 

El misterio del dormitorio de Susana Giménez

Solamente tres personas pueden acceder al dormitorio personal de Susana Giménez en Barrio Parque: una de sus mucamas, su secretaria personal, Dolores, e Inés, su asistente. Nadie sabe a ciencia cierta en qué lugar específico se encuentra dentro de la planta alta de la casa, salvo que está conectado a un baño en suite y un enorme vestidor, además de tener su propio hall de ingreso con un pequeño living y sillones.

El dormitorio de Susana tiene un enorme ventanal que conecta con un balcón que da a la calle. Los vidrios son blindados, por lo que, cuando las persianas están abiertas, no se puede vislumbrar absolutamente nada del interior. Un lujo digno de una diva. 

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