Definida como una sobreviviente: así fue la difícil y complicada adolescencia de María Becerra

Fue a un colegio técnico y allí, María Becerra soportó un triste flagelo.
miércoles, 29 de septiembre de 2021 · 06:00

Ahora es una estrella que comparte escenario con los hermanos Montaner o con Tini Stoessel. Pero María Becerra no siempre tuvo esta vida de lujos y paz.

En distintas entrevistas que la tuvieron como protagonista, María Becerra relató que, mucho antes, en su infancia y adolescencia, la ahora cantante famosa tuvo que lidiar con ciertos flagelos graves.

Brillos, maquillaje y la voz en alto contra la injusticia. 

En una nota que brindó a La Nación, María Becerra sostuvo que siempre había chicos que le pegaban y en alguna oportunidad tuvo que soportar un avasallamiento mucho mayor contra su intimidad.

El momento que modificó su vida fue un día en el que gritó para que alguien la ayudara, una preceptora pasó por la puerta y a pesar de haberla escuchado, no hizo nada.

Me salvó que haya sonado el timbre y que haya terminado el recreo.

Fue una de las figuras invitadas durante el certamen "La Voz Argentina".

Actualmente, es una cantante internacional que comparte escenarios, shows y plataforma con Tini Stoessel y la española Lola Índigo, temas que incluso alcanzaron las 4 millones de visualizaciones en YouTube solo durante las primeras horas.

De la chica agredida, pasó a ser una estrella que incluso muestra su rostro en un gran cartel nada menos que en Times Square neoyorquino. Y es que formó parte del tema y videoclip de la versión remix de "En tu cuerpo", del puertorriqueño Lyanno.

Lejos del guardapolvo del colegio técnico, ahora prefiere los colores vivos. 

 

La culpa es de la víctima

Lo más grave de la historia que cuenta María Becerra es que cuando tuvo que asistir a las sesiones con la psicopedagoga, fue señalada como culpable de lo que le sucedió, con una frase que difícilmente podrá olvidar

¿No te replanteaste que venís con ropa corta o ajustada?

María fue a un colegio técnico donde usualmente tienen que llevar un guardapolvo azul para asistir a las horas en el taller y que además tenía que llevar pantalones y una chomba.

“Me puedo vestir como quiera y los demás tienen que respetarme”.

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