SUCULENTAS

Consejos para salvar nuestras suculentas cuando las hojas se vuelven amarillas

Las crasas requieren de pocos cuidados, pero hay que ser meticuloso al momento del riego.
domingo, 23 de octubre de 2022 · 11:49

Las suculentas tienen fama de plantas independientes, que requieren pocos cuidados y que son las ideales para aquellos que recién se inician en la jardinería. Sin embargo, no llevar un control un poco más exhaustivo puede acarrear problemas en la salud de estas.

Algunos de los aficionados que tienen suculentas argumentan que, en ciertas ocasiones, las hojas de sus crasas se estropean o se tornan viscosas, amarillas o translúcidas. Al respecto, hay ciertas claves para mejorar su estado.

No hay que regar en exceso, porque eso es lo peor. 

Para recuperar las suculentas que están un poco desmejoradas hay que tener en cuenta que habitualmente crecen en climas secos y están adaptadas a la escasez de agua. De hecho, almacenan mucho líquido en sus hojas, para sobrevivir a la falta de lluvia.

En ese sentido, es mejor que nuestras plantas sufran sed antes que ser regadas en exceso. Por tal motivo, habrá que analizar la frecuencia de riego. Aunque dependerá del clima del lugar donde uno vive y la estación del año, existe un recurso que no falla.

Además del riego también influirá la luz. 

Una fórmula que suele funcionar para saber si debemos regarlas es tocar el sustrato con el dedo o bien introducir un palito en la tierra. Si la tierra superficial está seca o si se escarba y no hay nada de humedad, es el momento de regarla.

Otro error es hidratar las hojas. Si se hace de forma habitual, se pueden dañar duramente. Esto se debe a que se le puede generar moho. Para ello, la sugerencia es solo regar en el sustrato y/o echar agua en el plato para que la tierra la pueda absorber.

El sustrato es fundamental para que prospere. 

 

Poca agua tampoco es la solución

Más allá de que las suculentas son plantas que crecen en climas áridos y secos, tampoco es una buena actitud humedecerlas poco. Algunos utilizan agua con un pulverizador, pero ese no es el remedio.

Nunca hay que regar las hojas de las suculentas. 

A las suculentas no les agrada el exceso de humedad, pero necesitan que el agua llegue a sus raíces. Cuando la tierra esté completamente seca, hay que regar en abundancia para que se empape y las raíces se nutran con ese líquido. No hay que desestimar el tema del drenaje.

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