Un artista brasileño usa las cenizas de la Amazonia para pintar un impactante mural en San Pablo

En los últimos años, los incendios en la Amazonia levantaron la alerta internacional.
sábado, 16 de octubre de 2021 · 11:14

El artista brasileño Mundano llevó la denuncia de la tragedia por los incendios en la selva de la Amazonia a la jungla de cemento. A partir de un gigantesco mural de unos 1.000 m2, en la ciudad de San Pablo, el muralista pone un doble foco: la destrucción de los biomas de Brasil y los esfuerzos de quienes quieren salvarlos.

El mural es una relectura del cuadro “El labrador de café”, de Cándido Portinari (1934). En lugar de un trabajador de los cafetales, se encuentra un brigadista voluntario, que con su arduo trabajo intenta contener el avance del fuego en la Amazonia y los distintos bosques del país. Por otro lado, en lugar del tren, se encuentran camiones que llevan los árboles talados de esta región brasileña.

Ya la obra original tenía un mensaje ambientalista.

En el fondo, el monte ardiendo y la nube de humo que se extiende en toda la parte superior del mural en un "SOS" completa la catastrófica escena en la Amazonia, el Pantanal, el Cerrado y la mata Atlántica. Algo que permanece inalterado es el árbol trunco al lado del protagonista.

“Eso me llamó mucho la atención”, afirmó el artista. “No es un tema común en las obras modernistas que se muestre la destrucción ambiental. En aquella época era por el agronegocio, por el café”, completó. La situación no es muy diferente casi 100 años después.

"El brigadista de la selva" se encuentra en el centro de San Pablo, la mayor urbe del país.

"Hasta hoy no hubo ningún Gobierno que pusiera la protección ambiental como el eje central, pero el Gobierno de (Jair) Bolsonaro es el más destructor de todos", lamentó el artivista. "Creo que somos testigos del mayor retroceso socioambiental de nuestra historia bajo el Gobierno Bolsonaro y no podemos callarnos ante eso", sentenció.

 

La selva en polvo

El desmonte y los incendios intencionales van de la mano, sobre todo en la Amazonia, un ambiente sumamente húmedo que no suele prenderse fuego espontáneamente.

Con la ayuda de imágenes satelitales, Mundano y su equipo fueron persiguiendo los focos de incendio por todo el territorio para recolectar las cenizas de lo que en otro momento fueron grandes árboles, arbustos y pastizales.

Recorrieron casi 10 mil kilómetros en 24 días para juntar cenizas.

Algunas de las cenizas estaban todavía calientes, por lo que derretían el lugar donde las almacenaban. Otras tenían restos de animales que salían a la superficie después de tamizarlas. “Es la selva en polvo”, resumió el artista.

Luego, utilizó la ceniza y el carbón para hacer un pigmento y transformarlo en el “Brigadista de la selva”, una técnica jamás utilizada a esta escala y que necesita de varias pinceladas para plasmarse.

Al principio, Mundano dudó sobre el hecho de que el mural tuviera tonos grises en una ciudad totalmente gris, pero luego se convenció de que el mensaje era más fuerte. Así lo explicó: “Vi cómo nosotros también estábamos ‘ceniza’ y vi la belleza de este mural ceniza en una ciudad ceniza. Estoy subido al andamio y veo al edificio de al lado mezclándose con la ceniza con la que estamos pintando. Aquí, en el centro de San Pablo, logra una fuerza mayor”.

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