China

Canadá se suma a la investigación de las bases policiales secretas de China en el exterior

El gobierno del país norteamericano está buscando la estación supuestamente ubicada en la ciudad de Toronto.
viernes, 28 de octubre de 2022 · 13:41

En medio de un importante escándalo internacional, Canadá se sumó a Irlanda y a los Países Bajos para investigar las oficinas policiales secretas que fueron creadas por China con el objetivo de intimidar e, incluso, convencer a ciudadanos para que regresen a su propio país, donde enfrentarían cargos criminales. 

Toronto es el último lugar en sumarse a la investigación.

Las primeras denuncias vinieron de la organización no gubernamental española Safeguard Defenders, que afirmó que hay al menos 110 oficinas de policía fundadas por China a lo largo y ancho del mundo. Y se incluyen lugares como Canadá, Portugal, Japón, Tanzania y Argentina (supuestamente estarían ubicadas en la ciudad de Buenos Aires). Luego de que se filtrara esta información, el gobierno canadiense decidió investigar la situación.

A mediados de semana, el gobierno de los Países Bajos empezó también su propia investigación, debido a que había dos de estos edificios ubicados en Rotterdam y Ámsterdam. De acuerdo a la información oficial, funcionaban para que los ciudadanos con pasaporte de China pudieran renovar su carnet de conducir y cambiar su estatus civil, aunque nuevas fuentes informaron que servían también para seguir, contactar y amenazar a los disidentes del gobierno de Beijing.

Las embajadas negaron todas las acusaciones.

“Estas operaciones rehúsan la verdadera cooperación bilateral y judicial, violan la ley internacional, aparte de la integridad territorial de los países, al abrir un sistema policial paralelo mediante el uso de métodos ilegales”, afirma el informe. La mayoría de estas estaciones policiales del gigante asiático se encuentran en Europa, y España, con nueve, es el país que más tiene.

 

La respuesta de China

Las diversas embajadas de China de los países donde se realizan las investigaciones afirmaron no tener ninguna idea de que estos grupos paralelos funcionaban de manera ilegal. De hecho, en un comunicado, reforzaron la información de que estas oficinas nacieron para asistir a los ciudadanos chinos que debían realizar trámites por los cuales tenían que regresar a su país, pero, por el COVID 19, se les imposibilitaba.

Según afirman muchos ciudadanos de China que mostraron desacuerdo con el régimen, recibieron amenazas de estos lugares.

Wan Jingyu, un joven disidente que estudia en los Países Bajos, afirmó que ni bien llegó a Rotterdam, fue contactado por esta estación ilegal. “Me dijeron que vuelva para solucionar mis problemas, que recuerde a mis padres”, afirmó a "The Guardian", además de que, luego de no responder a esta situación, empezó a recibir amenazas e incluso una foto de un arma con el texto: “Te voy a matar”