Dos agujeros negros podrían fusionarse y formar uno supermasivo: nuevo estudio

Si las predicciones se cumplen, la fusión podría tener lugar muy pronto.
viernes, 4 de febrero de 2022 · 20:00

Un grupo de astrónomos sostiene que existen dos agujeros negros que podrían estar envueltos en una danza gravitatoria que los llevaría a unirse y formar uno supermasivo de manera inminente.

Estos agujeros negros están ubicados en una galaxia a unos 1.200 millones de años luz de distancia de la Tierra. Los fenómenos astronómicos fueron descubiertos gracias a una curva de luz tomada por el telescopio del Zwicky Transient Facility, ubicado en California, Estados Unidos.

Los agujeros negros se llaman así porque ni siquiera la luz puede escapar de allí.

Esta curva de luz fue interpretada como dos agujeros negros que tenían una distancia entre sí de un año luz. Sin embargo, en tres años de observaciones, esta distancia se redujo a un mes luz, lo que hizo concluir a los investigadores que podría llegar a haber una fusión.

Esta unión podría suceder dentro de 100 días a 3 años. Si esto finalmente sucediera y pudiera observarse, podría ayudar a explicar cómo es que se forman los agujeros negros supermasivos. Sin embargo, hay cierto escepticismo dentro de la comunidad científica. Ahora, solo queda esperar y ver.

La primera imagen que se pudo captar de un agujero negro, obtenida gracias a la cooperación internacional.

 

Novedades en la materia

Recientemente, el telescopio espacial Hubble ofreció pruebas de otro interesante hallazgo respecto a los agujeros negros: uno de estos fenómenos en la galaxia enana Henize 2-10 está creando estrellas en lugar de engullirlas.

La imagen registrada por el Hubble.

La imagen de alta definición mostró que del agujero negro de dicha galaxia se extiende una salida de gas que se conecta como un cordón umbilical con una región productora de estrellas ubicada a 230 años luz de distancia de aquel.

Normalmente, en las galaxias de mayor tamaño, el material que cae hacia el agujero negro es arrastrado por los campos magnéticos y se forman chorros de plasma que se desplazan a tal velocidad que las nubes de gas formadas no alcanzan a enfriarse y ayudar a la formación de estrellas.