Brasil

La historia del Brasil colonial emerge con el hallazgo de un cementerio del siglo XVII

El reciente descubrimiento arqueológico es uno de los más importantes del país.
viernes, 18 de marzo de 2022 · 22:00

Hasta 2014, en el barrio del Pilar, en la ciudad de Recife (Pernambuco, Brasil), se situó una favela construida de manera irregular. Lo que sus habitantes nunca supieron es que debajo de sus pies había un antiguo cementerio de la época colonial.

En aquel año, las casas de la favela (como se llama a los barrios humildes del país vecino) comenzaron a ser derribadas por las autoridades de Brasil como parte de un proyecto de vivienda social destinado a 600 familias con pocos recursos. Pero antes, debían hacerse excavaciones arqueológicas.

La arqueóloga Ana Nascimento con los restos encontrados.

A lo largo de los años, se realizaron algunos hallazgos de restos humanos y objetos que databan de entre el siglo XVI y XVII. Sin embargo, esta semana se dio a conocer uno de los mayores descubrimientos arqueológicos urbanos de Brasil.

"No se tenía ningún registro de la existencia del cementerio allí. Lo único era un mapa posterior a esa época con una cruz al lado de la ubicación de la iglesia de Pilar, pero solo con eso no teníamos seguridad absoluta y menos de su dimensión", explicó la arqueóloga Ana Nascimento, que dirige el equipo científico del lugar.

Algunos de los objetos encontrados.

Hasta el momento se encontraron 110 esqueletos y, al parecer, se trataba de personas europeas, aunque solo los análisis de laboratorio especificarán si son portugueses, holandeses o colonos de ambas nacionalidades.

 

Vestigios de lucha por el territorio

Junto con el cementerio, también se encontró parte de la base del Fuerte de Sao Jorge, que tuvo un lugar preponderante en la historia de Pernambuco y del gigante sudamericano.

Fuente: (Efe)

Esta zona fue un punto estratégico utilizado por los portugueses para resistir el avance de los holandeses, que querían acceder a la producción azucarera. Dicha resistencia hizo que los holandeses no pudieran invadir por la costa del actual Brasil y tomaron de sorpresa a los portugueses por tierra.

El fuerte fue destruido y luego el lugar fue templo, una enfermería y después fue dejado en ruinas y donado a una iglesia. Con el tiempo, se construyó encima y en las excavaciones puede verse la historia completa: las ruinas del fuerte, las vías del tranvía, los adoquines de las calles y el asfalto moderno.