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Unicef advirtió sobre la caída de la vacunación en América Latina: “Es alarmante”

Según el organismo internacional, la situación empeoró desde que comenzó la pandemia de coronavirus.
martes, 26 de abril de 2022 · 03:00

Unicef (el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia) advirtió hoy que uno de cada cuatro niños en América Latina y el Caribe no recibió el esquema completo de vacunación que podría protegerlo contra enfermedades peligrosas.

Según informó la agencia de Naciones Unidas, del 90% de cobertura entre los niños de la región en 2015 contra la difteria, el tétanos y la tos convulsa, se descendió al 76% en 2020. De acuerdo a Unicef, aunque la disminución de la vacunación ya había comenzado, esto empeoró tras la aparición del coronavirus.

Unos 2,5 millones de niños de la región no recibieron la pauta completa de la vacuna triple bacteriana.

“El descenso de las tasas de vacunación en la región es alarmante y deja a millones de niños, niñas y adolescentes expuestos a enfermedades graves, o incluso la muerte, cuando podría evitarse”, aseveró Jean Gough, directora regional de Unicef para América Latina y el Caribe.

La solución a este panorama es sencilla y está comprobado que funciona: fortalecer los programas de vacunación.

Del total de chicos que no completaron su esquema de vacunación, 1,5 millones ni siquiera recibió la primera dosis.

 

Consecuencias peligrosas

La institución de la ONU hizo énfasis en los nuevos brotes de contagio que pueden ocurrir si los niños no son vacunados, como ocurrió con el sarampión. En solo 6 años se pasó de 500 casos (2013) a 23 mil (2019) en la región. Con la difteria pasa algo similar. En 2013, solamente se registraron 5 personas con difteria en toda América Latina; en 2019, hubo más de 900.

Según Unicef, muchas familias dejaron de vacunar a sus hijos por miedo a infectarse de coronavirus en los hospitales.

Por eso, Unicef hace un llamado urgente a todos los gobiernos de la región no solo para garantizar que las poblaciones vulnerables puedan acceder a la vacunación, sino también para realizar una fuerte campaña que fortalezca los programas de inoculación de rutina y para promover la confianza hacia los inmunizantes entre las familias.