Sobreseyeron a Oyarbide de una causa derivada de la de los Cuadernos de las Coimas

La Justicia federal desligó al ex magistrado.
miércoles, 8 de enero de 2020 · 15:27

La Justicia federal sobreseyó al ex juez Norberto Oyarbide y al presidente interino de la Auditoría General de la Nación, Javier Fernández​, en una causa derivada de los cuadernos de las coimas. Oyarbide había quedado ligado tras la declaración de Víctor Manzanares, asociándolo al Kirchnerismo.

Fue el juez federal Marcelo Martínez De Giorgi, quien el 31 de diciembre pasado firmó el sobreseimiento para quienes figuraban en las anotaciones de Oscar Centeno como receptores de parte del dinero que repartía el ex funcionario del Kirchnerismo, Roberto Baratta.

A pesar de que ambos acusados negaron ante el juez Claudio Bonadio, lo que se afirmaba en los cuadernos, el magistrado los procesó igual en septiembre de 2018, por haber formado parte de una supuesta asociación ilícita.

Más tarde, en diciembre de ese año, se los investigó por una causa diferente cuando el contador Víctor Manzanares, declaró como arrepentido y acusó a Oyarbide y a Fernández de ser operadores judiciales del Kirchnerismo.

El ex contador de los Kirchner había señalado que se reunió con Fernández y Oyarbide para hablar sobre el enriquecimiento ilícito. Luego, contó que fue el mismo Kirchner quien llamó a Manzanares para decirle que siguiera las instrucciones de Fernández, que oficiaba de operador judicial.

“Si bien en una primera aproximación la multiplicidad de información recabada respecto de los encartados aparentaría la posibilidad de estructurar una hipótesis delictiva a su respecto, un análisis más profundo permite concluir que no se trata más que de un canto de sirenas, de un espejismo”, afirmó el juez en la resolución.

Para el magistrado, consideró que para avalar el encuentro descripto por Manzanares y sostener la acusación sobre Oyarbide y Fernández, el único elemento es el testimonio del contador. Así, Martínez De Giorgi concluyó que no alcanza con las declaraciones de los arrepentidos para imputar conductas delictivas, ante la imposibilidad de contrastarlas con otras pruebas.